jueves, 13 de noviembre de 2025

Afner Gatti nacía hace 114 años.

 



Hombre de la provincia de Buenos Aires, nació en San Miguel del Monte el 13 de noviembre de 1911, vivió en Ranchos, en Cañuelas y partió en General Belgrano el 5 de julio de 1989.

Lo veo al “Ñato”, bajo y ancho de cuerpo, sentado en una silla justo en el medio de la pista de arena, rodeado en círculo por varias filas de personas expectantes, de una ciudad cualquiera de la provincia de Buenos Aires, donde le convino por algunos días anclar al circo de los cinco Hermanos Casali, allá por los años '30 del siglo pasado. En uno de sus tantos sonetos, casi que se pinta a si mismo, aunque ignoramos si es ficción o cierto que usaba un anillo como el descripto:

Le alcanzan la guitarra, es pujante

el claro y simple bordonear nochero,

y en el dedo anular del guitarrero

viborean las luces de un brillante.

Tiene dos rumbos, tono y dominante,

Y en cuanto suelta el verso forastero,

Le da el chambergo calor de alero.

Para las coplas del amor distante.

Bronco tremar de cuarta, quinta y sexta

Hacen amargo el vino de fiesta

Cuando el trovero estira su querella...

Más, al puntear de nuevo, se han prendido

En el dedo anular del dolorido.

Un arco azul de luna y una estrella.

Lo primero en llamar mi atención fue su nombre, Afner. Nunca lo había escuchado. Finalmente, preguntando hallé coincidencias que posiblemente sea de origen hebreo y se escriba con hache y dos efes, debería pronunciarse “Jafner”.

Nació en Monte, la ciudad de la laguna, pero antes de cumplir el año sus padres se mudaron a Ranchos, declarada ciudad en 1972, distante 118 Km de la Capital Federal. Desde que era apenas un poblado algo debe haber tenido para atraer a la música y al tango en particular, pues como el propio Afner cuenta en su libro de memorias: «En el año 1906, y a principios del otoño, fue en Ranchos donde debuté con un trío que había formado yo, con Francisco Canaro en violín, Martín Arrevillaga en mandolín y Rodolfo Duclós en guitarra».

Y años más tarde, coincidieron en esa localidad la orquesta de Roberto Firpo con Pedro Maffia en algún almacén o tablado cualquiera. Mientras, en un lugar vecino, Carlos Gardel y José Razzano, con el guitarrista José Ricardo hacían lo suyo.

Afner comenzó a estudiar guitarra con una profesora de la zona, su nombre María Luisa Villanueva de Ramírez y, de inmediato, se apasionó por el instrumento.

A comienzos de los años 30 se unió a un amigo del pueblo y salieron de recorrida, se presentaron donde podían, hasta llegar a Buenos Aires con algo de fama ganada, pues tenían calidad interpretativa. Su compañero era Agustín Ferré, guitarrero pero también baterista. «En una oportunidad visitaron a un baluarte del instrumento, Alberto Diana Lavalle. Fue dúo de guitarras y también Afner acompañado por la batería del amigo. Impresionaron muy bien y el señor Lavalle les ofreció actuar en una emisora porteña, Gatti como solista y Ferré integrando con su batería una orquesta de jazz. Pero ninguno de los dos aceptó a raíz de reconocer su total falta de puntualidad en eso de cumplir con contratos.» (del libro “Ranchos, sus hijos y sus amigos. Relatos anecdóticos”, por Carlos Pablo Bona, periodista e íntimo amigo de Gatti).

Luego, vino lo del circo Hermanos Casali y siguió el rumbo por los pueblos. Hasta que lo abandonó en compañía de uno de los hermanos, “Canuto” Casali. En octubre de 1944, contrajo matrimonio con una buena cancionista de su pueblo de adopción, Isidora Agustina Porcel de Peralta, “Chona”. Vivieron en el lugar un tiempo para después establecerse, durante casi tres décadas, en la ciudad de Cañuelas y terminar en General Belgrano, los últimos veinte años de su vida, en la casita de la calle Posadas 696. Ya jubilado, dictó clases a jóvenes. Con su esposa recorrieron dos veces casi todo el país y parte de Chile. A dúo cantaban folclore, él con su voz chiquita y como metida para adentro. Cuando ejecutaba su guitarra, el repertorio era clásico y con algunos aires flamencos.

 


Absoluto autodidacta, pues apenas terminó la escuela primaria, nunca dejó de leer, «hasta el canto del papel», expresó alguien. «Y está con la guitarra a cuestas desde que se levanta». Tenía gran facilidad para versificar y para que sus improvisaciones no se extraviasen, publicó sencillos librillos que se vendían por pocos centavos, fueron unos veinte. El primero lo tituló: “Versos en papel de astrasa”.

Adquirió conocimientos de contrapunto y armonía y la perfección la buscaba en cada lugar nuevo que visitaba. Preguntaba por un profesor de música y así practicaba y se formaba.

Tenía muchas particularidades, una de ellas era cantar en versos pampeanos el argumento de “Divina Comedia” del Dante. Al terminar su actuación, se lo hacía saber al público que lo aplaudía aún más. Cuando le preguntaban por qué lo hacía respondía: «Para que la gente lo conozca y lo aprenda».

Agnóstico como fue gran parte de su vida, se volcó a la religión. También buscaba al cura de cada pueblo para conversar con él, porque así obtenía información del lugar visitado, además de entablar y ganar una amistad nueva. Si bien leía mucho no fue de formar biblioteca particular: «Hay que hacer rodar los libros porque si no quedan muertos».

En sus recorridas se hizo amigo de Eduardo Falú y de los padres de los que luego fueron “Los Indios Tacunau”. A Buenos Aires no se adaptó, pero tuvo tiempo de ser socio fundador de SADAIC y trabar amistad con el reconocido maestro Abel Fleury, a quien acompañó en varios programas radiales y también, con su colega José Canet.

Registró en SADAIC 54 temas, pero fueron muy pocos los que se grabaron. Bohemio impenitente como era, le alcanzaba con muy poco para vivir y no anduvo mostrando lo suyo para que le grabaran discos, pero algunos llegaron, y otros, aunque sin figurar su nombre, también le pertenecen. Son suyos y cuando le reprochaban, respondía que al menos debía ganarse el café con leche.

Sus temas grabados fueron: el tango “Serpentinas de esperanza”, con música de Canet, por Miguel Caló con Carlos Dante (1935); Ángel D’Agostino con Ángel Vargas (1945) y Fernando Díaz con guitarras (1935). “La pialada”, milonga con Domingo Plateroti (según Alejandro Iena fue compuesta por Raúl Ibarrolaza), por Los Indios Tacunau. “Ranchera de los perros”, con Silvio Di Pascal, por Rafael Rossi en 1973.

También vecinos y familiares afirmaban que otro tango suyo, “Madrigal”, estuvo en el repertorio de Gardel aunque sin llegar al disco. Y el director del diario “Aquí Ranchos” aseguró haber tenido no sólo la partitura con la foto del cantor si no, además, un acetato. Pero salvo quien lo dijo nadie pudo confirmar esto último.

Además de los nombrados, colaboraron con él José Luis Anastasio (verdadero nombre del cantor Carlos Mayel -quien actuó con Osvaldo Fresedo) en “Leyenda sureña”; Marcos Casali, “Canuto”, en “La caravana pasa”; Enrique Barcia en “La de los novios” y su amigo Ricardo Ibarraolaza, autor del "Himno a General Belgrano", con quien ganó —entre mil postulantes— el Premio Nacional PAMI con el tango “Domingo al sol”.

Alguien dijo en voz baja: «Esto es confidencial. Pero puede publicarse. Murió de tristeza, como las calandrias, porque cuando enfermó le quitaron la guitarra. La vendieron para poder construirle su tumba. Su esposa lo sobrevivió diez años». En el año 2009, declararon su tumba como Monumento Histórico Cultural de General Belgrano.

Otro de sus grandes amigos, Domingo Bordegaray, dijo: «El Ñato con su guitarra cantó en árabe el “Capricho” de Tárraga, retozó en “Un momento” de Alais y había llorado en “Una lágrima” interpretada por Sagreras».

La información sobre su vida llegó gracias a María Susana Gatti, sobrina de Afner, hija de su hermano Efraín; a María Esther Rubiera, sobrina de Chona; a Alejandro Iena, periodista del diario El Sur, de General Belgrano; a Ana Belén Martín, una de las responsables del área de turismo de la Municipalidad de General Paz (Ranchos) y, en la persona del señor Amarante, a todos los vecinos de Ranchos y General Belgrano que, con todo cariño, aportaron datos y documentos para éste homenaje.

viernes, 24 de octubre de 2025

24 de octubre: Día Nacional del Diseñador Gráfico.

 



Cada 24 de octubre, se celebra el Día Nacional del Diseñador Gráfico, que fue establecida en recuerdo de la primera diseñadora egresada de una universidad del país, Haydeé Strittmatter, graduada en la Universidad Nacional de Cuyo, en 1966.

viernes, 7 de marzo de 2025

Se cumplen 119 años del nacimiento de Ramón Carrillo.

 

Neurocirujano, neurobiólogo y médico sanitarista ejemplar de nuestro país.


Ramón Carrillo nació en Santiago del Estero, el 7 de marzo de 1906 y fue la primera persona que ejerció el cargo de ministro de Salud de Argentina, durante la presidencia de Juan Domingo Perón. Integró la tradición científica conocida como Escuela neurobiológica argentino-germana y produjo asimismo trabajos de antropología filosófica, dejando esbozada una "Teoría general del hombre". 


Formación y juventud


Hijo de Ramón Carrillo Saavedra y de María Salomé Gómez Carrillo, Ramón Carrillo nació el 7 de marzo de 1906 en Santiago del Estero, en el seno de una familia acomodada. Su padre, egresado de la Escuela Normal de Paraná, fue docente del Colegio Nacional de Santiago del Estero, periodista y tres veces diputado por el conservadurismo, siendo un referente provincial del General Julio Argentino Roca. En tanto, su bisabuelo, don Marcos Carrillo, fue un oficial español nacido en Murcia, quien luchó para el bando realista y cayó prisionero del General Manuel Belgrano en la batalla de Salta. El español Marcos Carrillo no solo era el abuelo de su padre, sino también, a su vez, el bisabuelo de su madre, razón por la cual el apellido Carrillo se repite en ambos progenitores. Se ha especulado con que el sanitarista Ramón Carillo pueda haber tenido, además, algún ancestro afro.


Luego de cursar sus estudios primarios y secundarios en su ciudad natal, partió rumbo a Buenos Aires, para iniciar la carrera de Medicina. Cursó esta carrera de manera brillante, escuchando entre otros a Christofredo Jakob y obtuvo, al recibirse en 1929, la Medalla de Oro al mejor alumno de su promoción. Desde estudiante se inclinó hacia la neurología y la neurocirugía, colaborando con el Dr. Manuel Balado, eminente neurocirujano de la época, con quien realizó sus primeros trabajos científicos. Ya recibido abrazó definitivamente estas especialidades y obtuvo una beca universitaria para perfeccionarse en Europa, donde trabajó e investigó junto a los más destacados especialistas del mundo, entre ellos Cornelius Ubbo Ariëns Kappers.


Ramón Carillo tuvo cuatro hijos, siendo al menos los dos primeros, adoptados.


Trayectoria profesional


Tras sus viajes por el extranjero, regresó a Buenos Aires en plena Década Infame. Tomó contacto con figuras emblemáticas de una corriente nacionalista de auge en aquella época. Se vinculó con su compañero de estudios primarios Homero Manzi, y otros hombres como Arturo Jauretche, Raúl Scalabrini Ortiz; los autores teatrales y de tango Armando Discépolo y Enrique Santos Discépolo, representantes de la cultura y de las nuevas ideas nacionales; y se asoció con la escuela neurobiológica argentina activa en el Hospicio de las Mercedes y el Hospital de Alienadas, luego llamados Hospital José T. Borda y Hospital Braulio Moyano respectivamente.


En 1937, padeció una enfermedad aguda, la secuela de cuya alta fiebre fue hipertensión y cefaleas progresivamente más severas. Logró sobrevivir por la dedicación clínica de su amigo de toda la vida Salomón Chichilnisky, médico y literato que comenzó cargando bolsas en el puerto para mantener padres y hermanos y, superando enormes obstáculos, llegó a catedrático de neurología. Luego, desde el cargo de Secretario de Salud, ayudó a Carrillo a inaugurar muchos hospitales públicos, y bastante después murió en uno de ellos.


Durante esos años, Carrillo se dedicó únicamente a la investigación y a la docencia, hasta que en 1939 se hizo cargo del Servicio de Neurología y Neurocirugía del Hospital Militar Central en Buenos Aires. Este empleo le permitió conocer con mayor profundidad la realidad sanitaria del país. Tomó contacto con las historias clínicas de los aspirantes al servicio militar, que procedían de toda la Argentina, y pudo comprobar la prevalencia de enfermedades vinculadas con la pobreza, sobre todo en los aspirantes de las provincias menos desarrolladas. Llevó a cabo estudios estadísticos que determinaron que el país solo contaba con el 45% de las camas necesarias, y gran desigualdad entre las diferentes regiones, dado que algunas de ellas apenas contaban con 0,001 camas por mil habitantes. Confirmó de esta manera sus recuerdos e imágenes de provincia, que mostraban el estado de postergación en que se encontraba gran parte del interior argentino.


Con doble empleo debido a su necesidad de salario (aún era soltero, pero ayudaba a sostenerse a su madre y diez hermanos más jóvenes, cuidando que todos completaran una carrera profesional), en 1942 Carrillo ganó por concurso la titularidad de la cátedra de Neurocirugía de la Facultad de Ciencias Médicas de Buenos Aires. Formó allí una escuadra de bien elegidos y talentosos discípulos, entre ellos Germán Dickmann, Raúl Matera, D. E. Nijensohn, Raúl Carrea, Fernando Knesevich, Lorenzo Amezúa, Jorge Cohen, Jacobo y León Zimman, Rogelio Driollet Laspiur, Juan C. Christensen y Alberto D. Kaplan. No obstante, en brusco viraje profesional, abandonó su carrera como neurobiólogo y neurocirujano para dedicarse al desarrollo de la sanidad pública (sanitarismo), desde donde podría concretar algunas de sus ideas.


Entre 1930 y 1945, produjo investigaciones originales sobre las células cerebrales que no son neuronas, denominadas neuroglía, y los métodos para teñirlas y observarlas al microscopio, así como sobre su origen evolutivo (filogenia) y sobre la anatomía comparada de los cerebros de las diversas clases de vertebrados.


Entre 1941 y 1943, Carrillo estuvo afiliado al Partido Demócrata Nacional, sucesor del Partido Autonomista Nacional cuyo líder más destacado fue el expresidente General Julio Argentina Roca. Asimismo, fue delegado por Santiago del Estero al Comité Nacional por la fracción renovadora del Partido Demócrata Nacional, liderada por el senador mendocino Gilberto Suárez Lago. En 1943, Carrillo fue uno de los profesores de la Facultad de Medicina que apoyó la candidatura a la presidencia de Robustiano Patrón Costas.


En 1943, un golpe de Estado militar derrocó al gobierno constitucional del presidente Ramón S. Castillo. De dicho golpe de Estado formó parte el entonces coronel Juan Domingo Perón, quien ocupó cargos relevantes durante esa dictadura, y más tarde se convertiría en presidente. En ese contexto, Carrillo conoció a Perón. Este último, convenció a Carrillo de colaborar en la planificación de la política sanitaria de ese gobierno.


Poco después, a sus 39 años de edad, Ramón Carrillo prestó servicios brevemente como Decano de la Facultad de Medicina. Le tocó intermediar varios meses en un conflicto universitario altamente politizado entre izquierdas y derechas.



Ministro de Salud


En 1946, Juan Domingo Perón fue electo presidente y confirmó a Carrillo al frente de la Secretaría de Salud Pública, que posteriormente se transformaría en el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social de la Nación. Además de trabajar con Chichilnisky, Carrillo quiso llevar como su segundo a su gran amigo y compañero de estudios médicos, el científico Braulio Moyano, uno de los mejores discípulos de Christofredo Jakob. Sin embargo, Moyano se sintió incapaz de servir de desempeñar ese rol y prefirió permanecer como científico. Por eso, quien tomó ese lugar fue el hermano de Ramón Carrillo, el Dr. Santiago Carrillo, para lo cual tuvo que cesar su actividad en el actual Hospital Borda. La esposa de Perón, Evita, coordinó su accionar con el de Carrillo y contribuyó a consolidar su obra técnica.


Su gestión se caracterizó por dar prioridad al desarrollo de la medicina preventiva, a la organización hospitalaria, a conceptos como la "centralización normativa y descentralización ejecutiva". Desde la gestión de Carrillo se comenzaron a cumplir normas sanitarias incorporadas en la sociedad argentina como las campañas masivas de vacunación (antivariólica y antidiftérica) y la obligatoriedad del certificado para la escuela y para realizar trámites. Se implementaron campañas masivas a nivel nacional contra la fiebre amarilla, las enfermedades venéreas y otros flagelos.​ También se destaca la creación de EMESTA, primera fábrica nacional de medicamentos, y el apoyo a los laboratorios nacionales por medio de incentivos económicos para que los remedios pudieran estar disponibles para la mayoría de la población.


Durante su gestión, se inauguraron casi quinientos nuevos establecimientos sanitarios y hospitales (lista incompleta, cubriendo sólo el periodo 1946-1952)​ como el Hospital de Roque Sáenz Peña, Chaco; Hospital de Jobson-Vera, Santa Fe; Hospital de Pinto, Santiago del Estero; Hospital de Chos Malal; Hospital de Valcheta, Río Negro; el Hospital de Cruz del Eje; y el Instituto de Gastroenterología, Hemoterapia y de Dermatología de Capital Federal. Las estructuras de varios hospitales que comenzó a construir durante su gestión fueron abandonadas tras su alejamiento del Ministerio y nunca fueron habilitadas, muchas fueron derribadas o abandonadas. Como ejemplo de ello, el Elefante Blanco tenía como objetivo ser el hospital más grande de toda Latinoamérica, pero nunca se llegó a cumplir, ya que, luego de que Carrillo dejara el Ministerio, el edificio quedó abandonado. Similar fue el destino de la ampliación del Hospital Borda, que se dejó sin uso​ hasta 2004, año en que se la demolió. Carrillo aumentó el número de camas existentes en el país, de 66.300 en 1946 a 132.000 en 1954.


Llevó adelante una campaña para erradicar el paludismo o malaria, dirigida por los doctores Carlos Alberto Alvarado y Héctor Argentino Coll; la enfermedad se consideró erradicada en solo dos años. Hizo desaparecer prácticamente la sífilis y las enfermedades venéreas. Disminuyó el índice de mortalidad por tuberculosis de 130 por 100.000 a 36 por 100.000.​ Terminó con epidemias como el tifus y la brucelosis. En tanto que la mortalidad infantil bajó del 90 por mil en 1943 al 56 por mil en 1955.


Carteándose con el estadounidense Norbert Wiener, el llamado "creador de la cibernética", Carrillo la aplicó al arte de gobernar con el nombre de cibernología, creando un Instituto de Cibernología o Planeamiento estratégico en 1951.


En 1954, Perón le exigió la renuncia a Ramón Carrillo, tanto debido al enfrentamiento que él sostenía con el vicepresidente Alberto Teisaire —por ser este último masónico y anticatólico—, como principalmente por todas las críticas que Carrillo le hacía al peronismo en general, cuyo ideólogo principal era nada menos que Perón. Entre ellas, Carrillo exigía al peronismo una mayor «apertura política», que terminara con la «propaganda reiterativa», un «replanteo de la política educativa» y que se terminara con la «falta de imaginación» de la Secretaría de Prensa y Difusión, la cual era dirigida por Raúl Apold. Tras ello, el Dr. Carrillo debió exiliarse.


Exilio, actividad posterior y fallecimiento


El 15 de octubre de 1954, Carrillo se embarcó en la motonave «Evita» rumbo a Nueva York. Allí dio una serie de conferencias en la Universidad de Harvard y visitó varios laboratorios, pero comenzó a enfrentar dificultades económicas, ya que debió exiliarse sin recibir ninguna ayuda del gobierno peronista. A raíz de su progresiva enfermedad, en el país del norte se sometió a un intenso tratamiento con el cual logró algunas mejorías transitorias. Debido a que la vida en Nueva York se le hizo demasiado onerosa, Carrillo consiguió un empleo en la empresa norteamericana Hanna Mineralization & Co., la cual tenía una explotación en Brasil, a 150 kilómetros de Belem Do Pará.


El 1 de noviembre de 1955 llegó a Brasil, y desde el primer momento se vinculó con el hospital de la universidad local de Belem Do Pará, el llamado Santa Casa de Misericórdia do Pará, sin darse a conocer. Sin embargo, en el hospital le dijeron que no podían emplearlo como médico, a lo que él le respondió que solo deseaba colaborar. Allí conoció a un joven médico, el doctor Jourdy, quien se convirtió en su amigo y discípulo. Los avanzados conocimientos que Jourdy recibió de Carrillo llamaron la atención de los profesionales del hospital. Por esta razón, sus autoridades pidieron informes a Río de Janeiro sobre el doctor Carrillo, a través de las cuales se enteraron de su actuación científica y política. Desde ese momento, Carrillo fue llamado para importantes consultas, exponer en conferencias y dar clases en el Hospital de Aeronáutica de Belém y en la Santa Casa de Misericórdia.


Pese a su actividad en Belem Do Pará, en marzo de 1956, Carrillo le anunció a su esposa que le quedan nueve meses de vida, luego de analizar un examen médico que se había realizado. Su pronóstico fue acertado: el 28 de noviembre de 1956 el doctor Ramón Carrillo sufrió un accidente cerebrovascular y fue internado en el Hospital de Aeronáutica, donde finalmente falleció el 20 de diciembre de 1956 a las 7 de la mañana.


Aportes científicos


Carrillo aportó nuevas técnicas de diagnóstico neurológico (yodoventriculografía; tomografía, que por carencia en la época de medios electrónicos no pudo integrar la computación, pero fue precursora de lo que hoy se conoce como tomografía computada; su combinación con el electroencefalograma, llamada tomoencefalografía). También durante esos quince años investigó las herniaciones del cerebro que ocurren en sus cisternas (hernias cisternales) y los síndromes que ocurren tras una conmoción o traumatismo cerrado cerebral (síndromes postconmocionales); descubrió la enfermedad de Carrillo o papilitis aguda epidémica; describió las esclerosis cerebrales durante cuya investigación realizó numerosos trasplantes de cerebro vivo entre conejos, y reclasificó histológicamente los tumores cerebrales y las inflamaciones de la envoltura más íntima del cerebro (aracnoides), inflamaciones llamadas aracnoiditis.


También propuso una "Clasificación de las enfermedades mentales" que fue empleada antes de los DSM. En 1942, a sus treinta y seis años de edad, ganó por concurso el cargo de Profesor Titular de Neurocirugía de la Universidad de Buenos Aires.


Legado


Numerosos autores coinciden en que el legado más importante que dejó el Dr. Carrillo fueron las ideas, principios y fundamentos que acompañaron este accionar.


"Los problemas de la Medicina como rama del Estado, no pueden resolverse si la política sanitaria no está respaldada por una política social. Del mismo modo que no puede haber una política social sin una economía organizada en beneficio de la mayoría." "Solo sirven las conquistas científicas sobre la salud si éstas son accesibles al pueblo."

Estas fueron algunas de las frases que describen a un hombre capaz de abandonar su admirable carrera científica, reconocida a nivel internacional, para entregarse de lleno a las necesidades concretas de su gente.


Fue amigo del médico argentino Orlando Canavesio (1915-1957) con quien crearon el Instituto de Psicopatología Aplicada (hoy Hospital Ameghino) y llevaron a cabo estudios con psíquicos y radiestesistas.


Dice Ordóñez:

"Murió a los cincuenta años, pobre, enfermo y exiliado en Belem do Pará, ciudad del norte del Brasil, el 20 de diciembre de 1956. Quizás pensando, como lo hizo el gran libertador Simón Bolívar, que había arado en el mar... Quizás una de sus frases más célebres nos indique que aún su obra está inconclusa: 'Frente a las enfermedades que genera la miseria, frente a la tristeza, la angustia y el infortunio social de los pueblos, los microbios, como causas de enfermedad, son unas pobres causas.' "


Reconocimientos


Su figura y su obra fueron reconocidas más tarde por el presidente de facto antiperonista General Alejandro Agustín Lanusse, quien gestionó la repatriación de sus restos en 1972. En dicha etapa, Carrillo fue reconocido como mentor y ejecutor de un Plan Sanitario cuidadosamente diseñado y ejecutado, impartiéndose su nombre a numerosos hospitales e instituciones argentinas vinculadas a la salud pública.


viernes, 21 de febrero de 2025

Se cumplen 148 años del natalicio del General Enrique Mosconi.

 

Militar e ingeniero civil.


Enrique Carlos Alberto Mosconi, nació en Buenos Aires el 21 de febrero de 1877.  Es el primer vástago varón de un hogar donde ya hay dos niñas.  Su padre era un milanés, de profesión ingeniero, que viene a la Argentina contratado para construir ferrocarriles.  Aquí contrae enlace con Juana María Canavery (antigua familia porteña) cuyos dos hermanos, uno sacerdote –Tomás Onésimo- recibe en los Campos de Curupaytí las charreteras de teniente coronel, y el otro –Angel- acompaña a Roca en la Campaña al Desierto, retirándose con idéntico grado.


Antes de cumplir los dos años, su padre se traslada a Italia con toda la familia.  Allá inicia sus estudios, pero como consecuencia del fallecimiento de su madre, un amigo del padre lo trae a Buenos Aires, donde prosigue sus estudios en el Colegio San José.  Luego de dos años de bachillerato ingresa al Colegio Militar de la Nación (26 de mayo de 1891), de donde egresa –a los diecisiete años- con el grado de subteniente, como número uno del arma de infantería y con diploma de honor.


Con el grado de teniente primero es destinado al Estado Mayor del Ejército, desempeñando comisiones topográficas en la zona cordillerana de Mendoza y de estudio y proyecto de líneas férreas de Neuquén a Pino Hachado y de Perico a Orán, entre otras.


Inicia cursos en la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires, obteniendo en 1903 el título de ingeniero civil, siendo reconocido como ingeniero militar en el año 1907, cuando alcanza el grado de mayor.


Se lo destina para viajar a Europa y allí se incorpora por dos años al Batallón de “Pioneros de Westphalia”, participando en las famosas maniobras imperiales.


Realiza varias comisiones en Europa y obtiene el título de ingeniero militar en la Academia Técnica de Prusia.  Como integrante de la Comisión de Compra de Armamentos en Europa, tuvo una actuación tan destacada que fue felicitado por su brillante desempeño y por las economías realizadas en beneficio de la Nación.


De regreso al país, en 1911 es designado segundo jefe del Batallón de Ingenieros 1, en Campo de Mayo.


Mosconi fue también precursor de la aeronáutica militar.  En 1912 –ascendido a teniente coronel- ocupó la dirección técnica de la Escuela de Aviación Militar, obteniendo durante su desempeño el brevet Nº 1 de aviador militar.


Viaja nuevamente a Europa para la adquisición de material y en 1913 participa de los Grandes Ejercicios Tácticos en la región del Elba.


A su regreso es nombrado Subdirector General de Arsenales de Guerra y hacia 1916, Director del Arsenal Esteban de Luca, donde ascendió a coronel el 31 de diciembre de 1917.


Desde 1920 y hasta octubre de 1922 se desempeñó como Director del Servicio Aeronáutico del Ejército, en la Escuela de Aviación Militar, con asiento en Palomar.


Mosconi y el petróleo


La obra desarrollada por el general Enrique Mosconi en sus 63 años de vida fue tan amplia y diversa que resulta difícil exponerla en pocas palabras.  De todas ellas hay una que sobresale con nitidez, por lo que significó para el futuro del país: la exploración, explotación, industrialización y nacionalización de nuestro petróleo.  Los aspectos más significativos de esta gigantesca obra se inician a partir de su designación como Director General de Yacimientos Petrolíferos Fiscales en 1922, cuando impulsó la exploración de las áreas potencialmente ricas, su extracción, industrialización, almacenamiento y distribución del usuario.  De recibir una empresa incipiente, en 8 años la transformó en la más importante de Latinoamérica.


Durante ese lapso rompió con la dependencia que imponían los “trust” internacionales, tales como la Standard Oil y la West Indian Oil Co., filial de la primera nombrada.  A esta actividad, Mosconi la denominó “independencia integral” y lo impulsó a expresar: “Los grandes trust son organizaciones insaciables, difíciles de dominar una vez que han tomado de las tierras y se les ha acordado facultades y derechos”.


Afirmó también el general Mosconi: “dos organizaciones, la fiscal y la privada, no pueden coexistir, pues representan intereses antagónicos, destinados a vivir en una lucha de la cual sólo por excepción saldrá triunfante la organización estatista.  Para asegurar para nuestro país la riqueza petrolera debe encararse a fondo la cuestión, siendo ello imposible de lograr mientras el Estado no monopolice íntegramente la explotación de sus yacimientos”.


De una empresa deficitaria en 1922 pasó a dar dividendos positivos para el país a partir de 1923.  A tal punto que de una producción anual de 350.000 metros cúbicos logró un rendimiento de un millón.


En diciembre de1925 inaugura la destilería de La Plata, la más importante de Sudamérica, que inmediatamente entró a producir nafta, kerosene, fuel-oil y, a menos de cinco meses de su habilitación, comenzó la elaboración de nafta de aviación.  En 1929 rebaja el precio de la nafta y en 1930, antes de su renuncia, unifica el precio de dicho combustible en todo el país.


Como práctica empresaria y comercial definió que la explotación petrolera del país abarcara desde el estudio geológico previo a la explotación, la extracción, la refinación del producto en distintos derivados y su almacenamiento hasta la entrega al público consumidor.


Consecuente con su obra petrolera, creó polos de desarrollo en diferentes zonas del país, particularmente en nuestra Patagonia y en el noroeste argentino.  Así fue como nacieron localidades que llevan su nombre a las cuales el propio Mosconi se encargó de darle el mayor bienestar posible, tales como escuelas (primarias y de artes y oficios), hospitales, cooperativas de vivienda, clubes deportivos, centros productores de alimentos de primera necesidad (panaderías, etc.), farmacias, servicios médicos y odontológicos, comedores; baños públicos, etc.  En síntesis, una concepción y una obra destinada al bienestar del personal afectado a la explotación petrolera.


Lamentablemente la obra realizada por Mosconi, de norte a sur y de este a oeste del país, en la actualidad ha quedado desnaturalizada.  Pueblos enteros fueron desapareciendo por la migración de sus habitantes y el avance de la selva los fue devorando.


Otras obras


Participó, en el marco de una comisión de estudio, en el trazado del Ferrocarril Central Norte, entre Ledesma y Orán y en el tendido de líneas de Perico a Ledesma.


Diseñó los cuarteles del actual Regimiento de Infantería Mecanizado 24 “Gral. Jerónimo Costa” (Río Gallegos) y otras instalaciones, como las que ocupa actualmente el Regimiento de Granaderos a Caballo.


Después de haber realizado estudios en Europa (Italia, Bélgica y Alemania) a partir del proyecto y adquisición posterior de una usina alimentada con “gas pobre”, se logró su instalación en Campo de Mayo, que funcionó hasta 1960.


En 1931 el presidente Agustín P. Justo lo designa Director de Esgrima y Tiro del Ejército, que no era otra cosa que un demérito encubierto, mediante el cual quedaba relegado a un papel meramente protocolar.


En 1933 sufre un ataque de hemiplejía que soportó a lo largo de siete años.  El 31 de diciembre de ese mismo año fue retirado del servicio activo del Ejército con el grado de general de división.  Ya retirado de su vida profesional y pública y mientras libraba una dura batalla por su vida, testimonió su obra al servicio del país en su libro “El Petróleo Argentino – 1922-1930”.


Condenado al ostracismo político, pobre e inválido Enrique Mosconi fallece el 4 de junio de 1940.


En su cuenta personal del banco de la Provincia de Buenos Aires, tenía un saldo de $ 9,90 y la casa, que compartía con sus dos hermanas en la calle Aráoz 2592, adquirida con un préstamo del Banco Hipotecario Nacional, se encontraba hipotecada por falta de pago de cuotas.


De todas las virtudes que adornaron la personalidad del general Mosconi hay una que no se puede dejar de ponderar, aún a costa de ser reiterativos: su gran honestidad, a punto tal de negarse a cobrar el sueldo que le correspondía por su gestión como Presidente de YPF.  Su salario como militar lo consideraba suficiente.


Cuando dejó su cargo, al despedirse expresó: “Me hago un deber expresar en esta oportunidad que esta casa ha sido de cristal y que ellos (sus cristales) jamás han sido empañados durante mi presidencia”.  También agregó: “Es bueno vitorear a la patria pero mejor es ayudarla a vivir, contribuyendo a su engrandecimiento, progreso y bienestar”.


Fue un varón ilustre, su vida rompe los moldes comunes para transformarse en un ejemplo.  No admite fáciles elogios sino que exige penetrar en los rasgos que hicieron de él un destacado militar, un creador vigoroso y un acendrado patriota.

miércoles, 19 de febrero de 2025

Hace 126 años nacía el rosarino Lucio Fontana.

 

Pintor, ceramista y escultor ítalo-argentino. Fundó en 1946 el Espacialismo.


Lucio Fontana nació en Rosario, el 19 de febrero de 1899.

Fue hijo de padre italiano (Luigi) y madre argentina. Pasó los primeros años de su vida en Italia, se enrola en el Ejército Italiano, combate en la primera guerra mundial, es herido y le otorgan una medalla de plata al mérito. En 1921 regresó a Argentina, donde permaneció hasta 1928, trabajando como escultor junto a su padre hasta el momento en que abrió su propio Estudio.


En 1928 regresó a Italia, donde en 1930 presentó su primera exposición, organizada por la galería Il Milione, en Milán. En la siguiente década viajó varias veces entre Italia y Francia, trabajando con artistas de arte abstracto y también con expresionistas.


En 1940 retornó nuevamente a Buenos Aires, Argentina, lugar donde en 1946 fundó, junto con algunos de sus alumnos la academia Altamira y dio a conocer el Manifiesto Blanco, en el cual sostiene "La materia, el color y el sonido en movimiento son los fenómenos cuyo desarrollo simultáneo integra el nuevo arte".



Escultura Concetto Spaziale "Natura" (1959-1960) en Países Bajos

Nuevamente en Milán, en 1947 apoyó junto a otros escritores y filósofos el primer manifiesto del espacialismo, retomando al mismo tiempo sus trabajos de cerámica en Albisola. En este nuevo concepto explora los límites espaciales de aquello que se ve y aquello que no, en cada una de sus obras.


A partir de 1958 inició la denominada serie de los tajos, consistente en agujeros o tajos sobre la tela de sus pinturas, los cuales dibujan el signo de lo que él mismo denomina "un arte para la Era Espacial". Por esos años, en 1959, Fontana realizó presentaciones con telas recortadas con múltiples elementos combinables, denominando a estos conjuntos "Quanta".


Fontana participó en la Bienal de San Pablo y en numerosas exposiciones en Europa y en Oriente, así como también en Londres, París y Nueva York. Es en esta última ciudad donde, poco antes de su muerte, estuvo presente en la manifestación Destruction Art, Destroy to Create (Arte de Destrucción, Destruir para crear ) en el Finch College Museum of Art. Poco tiempo después abandona Milán y se traslada a Comabbio, poblado del cual es originaria su familia, donde partió el 7 de septiembre de 1968.


Sus obras se encuentran en las colecciones permanentes de más de cien museos de todo el mundo. Es suyo el busto del periodista y fundador del periódico 'La Capital', obra en mármol de Carrara.


Algunos de los continuadores de los postulados de Fontana en Italia son Piero Manzoni, Castellani, Agostino Bonalumi, Paolo Scheggi y Nigro, Alviani y Mari. En España el escultor Pablo Serrano, quien entabló amistad con Fontana en sus años en Rosario, es considerado uno de los artistas que más ha aplicado y difundido las ideas de Fontana en la Península ibérica a través del manifiesto del Intraespacialismo.

viernes, 14 de febrero de 2025

¡Feliz cumpleaños, Crist!

 

Dibujante e historietista.


Crist (Cristóbal Reinoso) nació en Santa Fe, el 14 de febrero de 1946) y es dibujante e historietista. Actualmente reside en Córdoba. Está casado con María del Carmen Garay.


Publicó su primer trabajo en La Opinión Deportiva de su ciudad natal.


A los 20 años se mudó a la ciudad de Córdoba y al año siguiente se radicó en esa ciudad definitivamente.


Realizó la gráfica de la obra de teatro Bichoscopio (1970) de Laura Devetach.


Realizó ilustraciones para libros infantiles de Editorial Colihue y colaboró con la revista Piedra Libre del Centro de Investigación y Difusión de Literatura Infantil y Juvenil.


Publicó en la revista Rico Tipo(1967) y luego en Patoruzú, Gente, Satiricón, Hortensia donde publicó García y la máquina de hacer pájaros (Charly García sacaría de allí el nombre para su banda), Superhumor, Humor, Fierro.


Desde el 7 de marzo de 1973 publica en la contratapa del Diario Clarín de Buenos Aires. Allí, compartiría desde entonces cartel con figuras de la talla de Caloi, Roberto Fontanarrosa, Horacio Altuna, Carlos Trillo, Aldo Rivero, Ian, Felipe Miguel Ángel Dobal, Tabaré, Jorge Guinzburg, Carlos Abrevaya, Alberto Contreras, Viuti, Fernando Sendra y Alberto Bróccoli, entre otros.


En el año 2008, en el marco de la muestra "Patoruzú: una revista, una época", realizada por el Museo del Dibujo y la Ilustración en el Museo Eduardo Sívori de Buenos Aires, se exhibieron ilustraciones realizadas por Crist para esta revista.


En 2009 participó con un original realizado para el Libro de Oro de Patoruzú; en la muestra "Bicentenario: 200 años de Humor Gráfico" que el Museo del Dibujo y la Ilustración realizó en el Museo Eduardo Sívori de Buenos Aires, homenajeando a los más importantes creadores del humor gráfico en Argentina a través de su historia.


En 2012 recibió el Diploma al Mérito de los Premios Konex como uno de los 5 mejores humoristas gráficos de la década en Argentina.


Obra

Compact-Crist, Ediciones de la Flor

230 después de Crist, Ediciones de la Flor

¿Quién es Crist?, Ediciones de la Flor

Crist dos, Ediciones de la Flor

La tintaesencia de Crist, Ediciones de la Flor

Crística de la razón pura, Ediciones de la Flor

Salvanos Crist, Ediciones de la Flor

La pasión de Crist, Editorial Sudamericana

Las historietas de Crist, Editorial La Duendes

Raúl Scalabrini Ortiz nacía hace 127 años.

 

Pensador, historiador, filósofo, periodista, escritor, ensayista, poeta, agrimensor e ingeniero de profesión.


Raúl Scalabrini Ortiz nació en Corrientes, el 14 de febrero de 1898. Fue amigo de Arturo Jauretche y Homero Manzi, con quienes formó parte de FORJA (Fuerza de Orientación Radical de la Joven Argentina) al final de la existencia de la misma. Adhirió a la corriente revisionista de la historiografía argentina.​


Fue hijo del naturalista Pedro Scalabrini, nacido en Italia, quien dirigió el museo de la ciudad de Paraná (provincia de Entre Ríos). Su madre, Ernestina Ortiz, era oriunda de la provincia de Entre Ríos, proveniente de una familia criolla descendiente de los primeros conquistadores españoles. Arribó a Buenos Aires para estudiar Ingeniería en la Facultad de Ciencias Exactas, donde no tardó en acercarse al círculo de intelectuales y escritores que se reunían en torno a la figura de Macedonio Fernández.


Su primera publicación fue una colección de cuentos breves reunidos en el libro La Manga en 1923.


En 1931 publicó El hombre que está solo y espera, con el que obtuvo reconocimiento de los círculos intelectuales y el Premio Municipal. Luego de este reconocimiento, se dedicó de lleno a la investigación socioeconómica e histórica nacional. Toda su obra estará relacionada con estas investigaciones.


También destacó como ingeniero y diseñador ferroviario, habiendo realizado varios prototipos de locomotora de alta velocidad y perfil aerodinámico. Desgraciadamente, esos proyectos no llegaron a contar con el apoyo institucional.


Formó parte, junto con otros intelectuales, de la revolución radical yrigoyenista de enero de 1933, dirigida por el teniente coronel Gregorio Pomar. Después de la derrota, Scalabrini fue desterrado a Europa. Desde allá, aclaró aún más su visión sobre el grado de sometimiento de Argentina a Gran Bretaña, al descubrir que los diarios en Italia y Alemania se referían a la Argentina como una colonia del Imperio británico.​ En Europa comenzó a publicar sus primeros ensayos sobre la cuestión nacional y el imperialismo británico, en el Frankfurter Zeitung,​ uno de los pocos periódicos democráticos en la Alemania de ese tiempo, y el único que no llegó a estar totalmente controlado por el Gobierno nazi.​


En 1934, con 36 años, regresó a la Argentina, y se aproximó a la FORJA (Fuerza de Orientación Radical de la Juventud Argentina), de Arturo Jauretche (32), Gabriel del Mazo (35), el militar Luis Dellepiane (68), Homero Manzi (26), Darío Alessandro y otros, aunque mantuvo su independencia (se afiliará recién en 1940, cuando la agrupación se separó del Partido Radical). Como parte de su acción dentro del movimiento escribirá y publicará numerosos estudios en los Cuadernos de FORJA.


Dio numerosas conferencias sobre temas relacionados con la dependencia argentina y sobre cómo se mueven los hilos del poder económico del país. Su tema principal serán los ferrocarriles ingleses, los que considera claves para el funcionamiento colonial:


[Los rieles del ferrocarril] son una inmensa tela de araña metálica donde está aprisionada la República.

Scalabrini Ortiz​

En 1940 publicó dos libros: Política británica en el Río de la Plata​ e Historia de los ferrocarriles argentinos.​


En 1943, por diferencias con las posturas respecto de la revolución del 4 de junio del GOU (Grupo Oficiales Unidos) renunció a la FORJA (Fuerza de Orientación Radical de la Joven Argentina), que había apoyado el levantamiento. Scalabrini Ortiz acompañó el inicio y el ascenso del peronismo en esos tiempos, incluso llegó a presentarle a Juan Domingo Perón varios trabajos sobre la nacionalización del ferrocarril, aunque nunca aceptó cargos del Gobierno y siempre se mantuvo alejado y crítico del partido:


Durante la época de Perón me tuvieron con la boca tapada. Ni un diario me abrió sus columnas. Ni una revista. Ni una tribuna. Sólo alcancé a dar tres conferencias en un centro obrero y Borlenghi lo hizo clausurar.

También declaró acerca de esa época:


Hay muchos actos y no de los menos trascendentales de la política interna y externa del general Perón que no serían aprobados por el tribunal de ideas matrices que animaron a mi generación. [...] En el dinamómetro de la política esas transigencias miden los grados de coacción de todo orden con que actúan las fuerzas extranjeras en el amparo de sus intereses y de sus conveniencias. [...] No debemos olvidar en ningún momento ―cualesquiera sean las diferencias de apreciación― que las opciones que nos ofrece la vida política argentina son limitadas. No se trata de optar entre el general Perón y el arcángel San Miguel. Se trata de optar entre el general Perón y Federico Pinedo. Todo lo que socava a Perón fortifica a Pinedo, en cuanto él simboliza un régimen político y económico de oprobio y un modo de pensar ajeno y opuesto al pensamiento vivo del país.

Raúl Scalabrini Ortiz


Estuvo en contra del derrocamiento de Perón en 1955 y fue un ferviente opositor de la Revolución Libertadora, en la que veía el retorno al poder de las oligarquías que se beneficiaban de la dependencia económica de la Argentina. Desde la revista Qué! criticó las medidas del gobierno que consideraba un retroceso.


En 1924 se vinculó a la revista literaria Martín Fierro, dirigida por Evar Méndez.


En 1939, durante la segunda guerra mundial, fundó el periódico Reconquista, desde el cual apoyó la neutralidad de Argentina durante la conflagración, y planteó las bases para aprovechar la coyuntura con el fin de liberar y construir el país. Debido a dificultades económicas, luego de 41 días, decidió cerrarlo.


Dirigió el diario El Líder, que fue inmediatamente clausurado por la dictadura de Aramburu. Scalabrini publicó un nuevo periódico, El Federalista, que también tuvo una corta vida.


Carta de Perón a su viuda


Enviada a Mercedes Comaleras, viuda de Scalabrini, desde Ciudad Trujillo, con fecha 5 de julio de 1959:


Mi estimada Señora:

A pesar de haber encargado a algunos de mis compañeros que me hicieran espiritualmente presente en el acto de sepelio de su ilustre esposo, deseo hacerle llegar mi homenaje, mi recuerdo y mi más sentido pésame por la desaparición de este gran argentino.

Los que hemos luchado por los ideales que inspiraron la vida de Scalabrini Ortiz no podremos olvidarlo, como no lo olvidarán las generaciones de argentinos que escucharon sus enseñanzas y lucharán por hacerlas triunfar en el tiempo y en el espacio.

Dios ha de acogerlo en la gloria que su gran espíritu conquistó y nosotros hemos de honrar su memoria y amistad.

Le ruego quiera aceptar, con la expresión de mi mayor afecto, mi más afectuoso saludo y consideración.

Juan Domingo Perón


Bibliografía


1923: La manga (cuentos).

1931: El hombre que está solo y espera

1934: La Gaceta de Buenos Aires (artículos periodísticos).

1935: Señales (artículos periodísticos).

1936: Política británica en el Río de la Plata (en Cuaderno de FORJA).

1937: Los ferrocarriles, factor primordial de la independencia nacional (folleto).

1938: El petróleo argentino (Cuaderno de FORJA).

1938: Historia del Ferrocarril Central Córdoba (en Cuaderno de FORJA).

1938: Historia de los ferrocarriles (en la revista Servir).

1939: Historia del primer empréstito (en Cuaderno de FORJA).

1939: Reconquista (periódico fundado por Raúl Scalabrini Ortiz).

1940: Política británica en el Río de la Plata

1940: Historia de los ferrocarriles argentinos

1942: La gota de agua (folleto).

1946: Los ferrocarriles deben ser del pueblo argentino

1946: Defendamos los ferrocarriles del Estado (folleto).

1946: Tierra sin nada, tierra de profetas (poesías y ensayos).

1948: Yrigoyen y Perón, identidad de una línea histórica (folleto).

1948: El capital, el hombre y la propiedad en la vieja y la nueva Constitución Argentina (folleto).

1950: Perspectivas para una esperanza argentina (folleto).

1955/1956: artículos periodísticos en los periódicos El Líder y El Federalista y De Frente.

1957: Aquí se aprende a defender a la Patria (folleto).

1957 y 1958: artículos periodísticos en la revista Qué.

1960: Cuatro verdades sobre la crisis (folleto).

1965: Bases para la reconstrucción nacional (recopilación de artículos).


Murió en Buenos Aires, 30 de mayo de 1959, ya en una actitud casi ermitaña y sumido en una profunda tristeza por la deriva de su amada Argentina.

Afner Gatti nacía hace 114 años.

  Hombre de la provincia de Buenos Aires, nació en San Miguel del Monte el 13 de noviembre de 1911, vivió en Ranchos, en Cañuelas y partió e...